
“Cuando me enteré sobre la condición de Mercedes rápido llame a su hijo para corroborar. Su hijo en lugar de quejarse y llorar me habló de cómo sentía tanto el que Mercedes nunca pudo regalarle un saludo telefónico a mi Papá para el día de los padres. Mercedes estaba en el hospital en estado crítico. No me salían palabras. Sólo le pude decir que tanto mi Padre como yo teníamos un sueño menos que completar, gracias al tema que Mercedes había grabado conmigo. Le regalé mis bendiciones, colgué y me puse a escribir la carta”